Ya no vale almacenar mas a siniestra que a diestra.
Ya no sirve completar historias, ordenar espacios.
Bien dicen que Dios aprieta mas no ahorca.
La dopamina en mi cerebro se ha multiplicado.
Ya mis delirios y paranoias toman un merecido descanso.
Enmudesco jadeante en el derroche de goce.
La epidermis se torna tersa.
Te miro con frenesí y ternura, te quiero hasta en mi sepultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario